#4

Presagiamos el otoño, que vendría,
que se irían las hojas
y volvería a ver el sol entre las ramas;
que mermado por un recuerdo,
esculpiría charcos donde las raíces...

Hoy estoy cambiando el reflejo gris
por un cielo trenzado
hecho de fibra y cuero,
hecho de ola y labio.
Y por eso me levanto de la cama con pupilas de Aquiles
y con alas de carbón en los pies,
aunque sepa que me espera el fuego,
las suelas, el plástico,
el adoquín purificado.

...pero no importa,
qué importa si puedo verte los designios
detrás de la voz,
si puedo verte el paladar cuando le gimes al techo
un par de veces a la semana.

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